Fernando Calvo González–Regueral, Alumni del Colegio SEK-Atocha y autor de ‘La Guerra Civil. Una historia total’, ha participado en el programa La hora cultural, de Radio Televisión Española, presentado por Antonio Gárate Oronoz.
Ricardo Arzola, editor de Arzalia, fue el otro invitado del programa junto a Fernando Calvo. Arzola sostuvo que la idea de ‘La Guerra Civil. Una historia total’ es que se convirtiera en un libro recomendado, que contara la historia sin mucho sesgo ideológico. Querían convertir el libro “en la respuesta a la pregunta de qué libro recomendarías a alguien que siente curiosidad por la historia de la Guerra Civil”.
“Rigurosidad, equilibrio y divulgación” son los tres valores en los que se guío Fernando Calvo para escribir su libro. Basándose en información objetiva, se apoyó “en todos los datos que existen, informes que ya habían sido abiertos, para poder ofrecérselos al lector”. Un conjunto equilibrado en el sentido de que las palabras empleadas no dañen a ningún lector, ya que la guerra civil “siempre ha levantado asperezas”, e intentar que “sea divulgativo, es decir, hacer un libro del siglo XXI”.
Calvo afirmó, durante la entrevista, que se avergüenza de no saber el número de muertos que hubo durante la Guerra Civil. “Hay medios suficientes para conocer quienes murieron durante la guerra, haciendo un sacrificio enorme por una España mejor, que quiero pensar que es en la que vivimos ahora”, resaltó.
Incluso, añadió que “es una labor de agradecimiento y reconocimiento para dejar la guerra atrás y seguir avanzando hacia el futuro”. “Yo me siento heredero de los muertos de ambos bandos”, confesó.
Tal y como expuso el escritor, “la guerra tiene tres fases, una inicial con un equilibrio favorable a la República, que tenía muchos más medios y seguía siendo el Estado legítimo que podía recurrir al exterior. A partir de la primavera de 1937 el equilibrio se rompe cuando los nacionales dirigen la guerra al norte, al no poder conquistar Madrid por asalto directo ni por envolvimiento tras las batallas del Jarama y del Guadalajara. Tras cambiar un objetivo político por uno económico, se inicia una tercera fase al obtener la victoria los nacionales. Con el nombramiento de Franco como generalísimo del ejército y jefe del Gobierno del Estado español se pone de manifiesto el hecho de que un mando unificado suele primar sobre el colegiado”.
Además, destacó que “ese mando colegiado hace perder mucho tiempo a la República, que no consigue frenar el ímpetu militar de los nacionales desde el punto de vista político porque pierde legitimidad”.
Por último, se analizaron los errores de la guerra. Para Calvo, los más llamativos fueron “la disolución del ejército y la pérdida de lo más importante durante una guerra: el tiempo”. El autor llegó a la conclusión de que “una guerra se gana también por la gestión de los recursos, tanto legales como ilegales, porque una guerra es una guerra, y ahora solo se necesita dejar atrás y caminar hacia delante”.